domingo, 31 de agosto de 2025

Plusvalía y fetichismo de la mercancía


Continuamos:

 Sabemos por la clase anterior que Carlos Marx brindó grandes aportes a la Sociología:

- Su manera de entender a una sociedad a partir de las relaciones de producción.

- El concepto de alienación.

- Los dos sectores en continua tensión en la sociedad de su tiempo: Proletarios (los que sólo tienen su fuerza de trabajo para subsistir en un entramado social que no crean pero del que son la parte imprescindible) y los Burgueses  (dueños de los medios de producción).

    En esta clase vamos a intentar recuperar mediante una historia particular diferentes aportes de la mirada de Marx, en particular sus valiosos conceptos de PLUSVALÍA y  FETICHISMO DE LA MERCANCIA.

Actividades.

1. Observa el siguiente video:

El fetichismo de la mercancía

2. Escribe un texto en donde analices lo que el video desarrolla, y en el mismo texto responde la siguiente pregunta: ¿Considerás importante que las personas se hagan preguntas en torno a las problemáticas que el video manifiesta? Sí, no ¿por qué?

ANEXO:

Karl Marx tenía razón por John Gray (6/9/2025)

De la alienación a la auto-explotación por Caramelo, P. (9/3/2025)

Deprimido, no; alienado por Lo Destro, Diego M. (21/7/2025)


domingo, 17 de agosto de 2025

Karl Marx y sus aportes a la Sociología


En la fotografía la portada del primer volumen de la obra más importante de Marx: El capital (1867) 


    Escribió el autor que empezamos a estudiar hoy en Sociología y que también fue filósofo y economista:

 "Todo lo sólido se desvanece en el aire". Interesante afirmación.

   Recuperemos de manera rápida el camino andado hasta la fecha:

- Sabemos que la Sociología en occidente y como ciencia de lo social comienza a partir de una crisis profunda que obliga a los Estados que comenzaban a organizarse a hacerse cargo de lo que ocurría en sociedades que se modificaron abruptamente en poco tiempo: tuvieron que trasladarse del campo a la ciudad, la manera de organizar la vida diaria y el trabajo fue muy distinta, surgieron graves problemas edilicios y de salud, hubo nuevos sujetos que originaron nuevas formas etc.

- Estudiamos el pensamiento positivista de A. Comte (que en la actualidad sigue siendo una perspectiva que se asume sin demasiadas críticas para pensar cómo se desarrollan las sociedades).

- Estudiamos particularmente de E. Durkheim los hechos sociales, es decir, aquéllos hechos que se distinguen porque exceden el ámbito privado y por esa particularidad deben abordarse desde la Sociología.

    Ahora estamos en condiciones de comenzar a estudiar los aportes que realiza a la Sociología Karl Marx. Marx realizó muchos aportes al estudio de la sociedad pero no tenía intenciones de llamarse a sí mismo sociólogo o que lo llamaran así, porque la idea de la sociología como ciencia le parecía errada por estar establecida de una manera que él consideraba acrítica.

 Actividades:

1- Observen el siguiente video: 

Karl Marx y sus aporte a la sociología 

2. Investiguen y luego transcriban en sus carpetas personales qué significan las siguientes expresiones, que son propias del marxismo: 

- Trabajo alienado.

- Proletariado y Burguesía.

3. Con la información que contiene el video realicen un breve texto a modo de resumen.

Webgrafía consultada y citada

- Ágora. (22 de agosto de 2022). Karl Marx y sus aportes a la Sociología [Mensaje en un blog]. Sociología. 6° A del Colegio N° 1 "Domingo Faustino Sarmiento" de Paraná https://www.blogger.com/blog/post/edit/1330871226463734292/8311678429715487471

lunes, 4 de agosto de 2025

Durkheim: la importancia de sentirse parte. Cierre

  


    Decíamos que Durkheim asume una misión: colaborar en la consolidación de un orden moral que le diera a la nación francesa la estabilidad del antiguo régimen, pero fundada sobre otras bases.

Su pregunta central es, pues, una pregunta sobre el orden:

¿Cómo asegurarlo en la compleja sociedad industrial en donde los lazos tradicionales que ataban al individuo a la comunidad están rotos?

    En uno de sus libros fundamentales, El suicidio, publicado en 1897, Durkheim señala que la felicidad del ser humano sólo es posible si éste no exige más de lo que le puede ser acordado.

    Pero "¿cómo fijar la cantidad de bienestar, de comodidad, de lujo, que puede perseguir legítimamente un ser humano?".

    Los límites -añade- no deben buscarse ni en su constitución orgánica, ni psicológica. Librado a sí mismo el hombre se plantea fines inaccesibles y así cae en la decepción. En nombre de su propia felicidad, pues, habrá que conseguir que sus pasiones sean contenidas hasta detenerse en un límite que sea reconocido como justo. Ese límite debe ser impuesto a los hombres desde afuera por un poder moral indiscutido que funde una ley de justicia.
Pero ella "no podrán dictársela ellos mismos; deben recibirla de una autoridad que respeten y ante la cual se inclinen espontáneamente.

    Únicamente la sociedad, ya directamente y en su totalidad, ya por mediación de uno de sus órganos, está en condiciones de desempeñar ese papel moderador; porque ella es el único poder moral superior al individuo y cuya superioridad es aceptada por éste.

Durkheim reconoce dos: la solidaridad mecánica y la solidaridad orgánica

    Recordamos que en el primer tipo, vinculado a las formas más primitivas, la conexión entre los individuos -esto es, el orden que configura la estructura social- se obtiene sobre la base de su escasa diferenciación. Es una solidaridad construida a partir de semejanzas y, por lo tanto, de la existencia de pocas posibilidades de conflicto.

    La solidaridad orgánica es más compleja. Supone la diferenciación entre los individuos y como consecuencia la recurrencia de conflictos entre ellos, que sólo pueden ser zanjados si hay alguna autoridad exterior que fije los límites. Es la solidaridad propia del industrialismo. Esa autoridad, esa fuerza externa -moral, social, normativa- es la conciencia colectiva, que no está constituida por la suma de las conciencias individuales, sino que es algo exterior a cada individuo y resume el conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de una sociedad. Es esta conciencia colectiva la que modela al individuo, la que permite finalmente que la sociedad no se transforme en una guerra de todos contra todos.

    Estas ideas se perfilan mejor en otro trabajo, el ya citado El suicidio, texto que, además de afinar la teoría sustantiva que Durkheim tiene sobre la sociedad, se ha transformado en un clásico de la investigación empírica, en un modelo todavía utilizado como ejemplo del tratamiento específico de relaciones entre variables para probar conexiones causales.

¿Por qué tratar de explicar el suicidio en términos de la sociología?

¿No se trata, acaso, de problemas individuales, cuyo campo de conocimiento sería la psicología?

    En efecto, la psicología puede estudiar el suicidio, pero si en lugar de ver en ellos acontecimientos aislados, consideramos a los suicidios en conjunto, durante una unidad de tiempo y en una sociedad dada, esto ya constituye un hecho nuevo, superior a la suma de los actos individuales: es un hecho social. Y el estudio de los hechos sociales es el terreno de la sociología.

Durkheim tipifica tres tipos de suicidio: el altruista, el egoísta, el anómico

    El egoísta sería aquel tipo de suicidio motivado por un aislamiento demasiado grande del individuo con respecto a la sociedad.
Es el suicidio de los marginados, de los solitarios, de los que no tienen lazos fuertes de solidaridad social.

El suicidio altruista correspondería al otro extremo; si el hombre se mata cuando está desligado de la sociedad, también lo hace cuando está demasiado fuertemente ligado a ella.
El medio social en el que el suicidio altruista exista en estado crónico es el orden militar. Sin un alto nivel de integración de sus miembros, no existe ejército. De tal modo, cualquier obstáculo que corroa esa fuerte solidaridad puede transformarse para el individuo en un impulso suicida. El punto de partida empírico de Durkheim para la explicación del suicidio altruista es que en su tiempo las estadísticas europeas marcaban que la tasa de muertes voluntarias entre los militares era muy superior a la de la población civil.

    Pero en realidad el tipo más significativo de suicidio es el suicidio anómico.
Anomia significa ausencia de normas. El suicida por anomia es aquel que no ha sabido aceptar los límites que la sociedad impone; aquel que aspira a más de lo que puede y cae, por lo tanto, en la desesperación.

EN SINTESIS

    En los tres casos es la relación entre el individuo y las normas lo que lo lleva al suicidio; se trata de fenómenos individuales que responden a causas sociales; a "corrientes suicidógenas" de distinto tipo que están presentes en la sociedad. Por ello, ese caso extremo, exasperado, de aparente individualismo que es el suicidio, puede ser tema de la sociología.

    Dos años antes de la aparición de El suicidio Durkheim publica un libro en el que define a la sociología y a su objeto. Se trata de Las reglas del método sociológico, aparecido en 1895. El objeto de la sociología es el estudio de los hechos sociales; el método para estudiarlos es considerarlos como cosas. Sólo a partir de esto la sociología puede legítimamente ser considerada -según Durkheim- como una ciencia similar al resto de las ramas del conocimiento empírico. Un hecho social consiste en toda forma de obrar, de pensar y de sentir que ejerce sobre el individuo una presión exterior.

    Es decir, los hechos sociales son anteriores y externos al individuo; lo obligan a actuar, lo coaccionan en determinada dirección. Se expresan en normas, en leyes, en instituciones que aseguran la tendencia a la buena integración del individuo con la sociedad. Sistema normativo, sistema de valores, sociedad, conciencia colectiva, hechos sociales, son términos distintos que aluden a un mismo concepto y acotan una misma problemática: la de la objetividad y exterioridad del mundo social, por encima de los individuos concretos.
    Un mundo social que, al ser aceptado como dato, se transforma en un orden natural, sostenido sobre la normatividad establecida.

    La insuficiente integración del individuo con la sociedad es el síntoma patológico de las sociedades modernas, que no han logrado recuperar, en las nuevas condiciones del sistema industrial, los valores de equilibrio de la sociedad preindustrial.

¿Cómo lograr esa integración?

    En el prefacio a la segunda edición de La división del trabajo social, Durkheim plantea su solución. Ya no es la familia, ni el grupo religioso, ni el Estado quienes pueden asegurar esa solidaridad.

    La principal unidad integrativa es la profesión y la institución que agrupa a los hombres por profesiones: el gremio, a la manera medieval. Allí en ese texto, el liberal Durkheim se acerca, en tanto conservador social, al modelo corporativo de organización de la comunidad como salida para la inestabilidad del mundo moderno.

- Portantiero, Juan Carlos, La sociología clásica: Durkheim y Weber- estudio preliminar, en Cuestiones de Sociología, Economía y Política. UNTREF (SDE) . Disponible en: https://campus.untrefvirtual.edu.ar/archivos/repositorio/8250/8359/html/Unidad02/01.html

ANEXO: